COMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS A LEER y AMAR LA LECTURA?
Hola papá y mamá de futuros lectores talentosos!
Hoy quiero compartir con ustedes mi experiencia personal en la enseñanza de la lectura a mi hija, quien a los 6 años leía en tres idiomas : español, francés e inglés.
Comencemos por el principio: tengo que admitir que no fuí una gran lectora en la escuela. Cada vez que teníamos que leer un libro de 100 páginas, sentía que necesitaba todo el año para poder leerlo😉. Por el contrario, cuando estaba en vacaciones, adoraba leer la enciclopedia que mis padres habían comprado.
Si eras como yo, o si eras un gran lector, estas 10 actividades súper divertidas sumadas a tu dedicación, paciencia y amor, te ayudarán a iluminar el sendero del aprendizaje de la lectura para tus pequeños.
Si ya sientes que tu pequeñ@ está list@ para aventurarse en el mundo de las letras, ¡este artículo es para tí!
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¿Cómo Saber Si Tu Hijo Está Listo para Aprender a Leer?
Antes de entrar en materia, es importante identificar si tu hij@ está realmente list@ para aprender a leer.
Estas son algunas de las señales:
Comprensión y Expresión: Tu hijo comprende, se expresa bien y pronuncia correctamente.
Conceptos Espaciales: Entiende conceptos como antes y después, arriba, abajo, derecha e izquierda.
Desarrollo de Motricidad Fina: Tiene la habilidad de controlar un lápiz y producir trazos.
Motivación: La motivación es clave para cualquier aprendizaje. Algunos pequeños de tres o cuatro años ya muestran muchas ganas de aprender a leer y algunas veces reconocen algunas palabras conocidas. Sin embargo, quisiera resaltar algo súper importante: ¡no hay que forzarlos!
La clave aquí es entender que el entusiasmo es la verdadera chispa que enciende el deseo de aprender a leer.
Incluso si logran reconocer algunas letras o palabras cuando se les da la oportunidad, ese entusiasmo es lo que realmente los llevará lejos en el mundo de la lectura. Forzarlos a leer a una edad temprana, aunque pueda parecer beneficioso, a menudo puede apagar esa llama natural de curiosidad y amor por aprender.
Más que imponerles tareas precoces, nuestro papel como padres es nutrir ese entusiasmo innato por descubrir cosas nuevas. Así es como se construye una conexión auténtica con la lectura y se enciende una llama que durará toda la vida!
Hablar, hablar, hablar
El primer consejo es muy sencillo y no requiere ningun elemento más que tu voz.
Desde el mismo momento en que un bebé se encuentra en el vientre materno, comienza a experimentar el poder transformador del lenguaje. La conexión única entre la madre y el feto se establece a través de la vibración y melodía de las palabras. Este inicio temprano en la comunicación no solo nutre la conexión emocional, sino que también sienta las bases para el desarrollo futuro de habilidades lingüísticas y, por ende, para el aprendizaje de la lectura.
Así que háblale a tu bebé, cuéntale lo que comes, descríbele los sonidos que escuchan y cómo te sientes cada vez que se mueve.
La interacción verbal constante estimula la audición, la atención y la memoria, preparando la adquisición del vocabulario y la comprensión de las estructuras gramaticales.
EJEMPLOS:
Para el Bebé (0-1 año):
Recién Nacido: ¡Hola, mi amor! Mamá/Papá está aquí contigo. Hoy es un día especial porque llegaste a nuestras vidas. ¿Quieres escuchar una canción bonita?
3-6 meses: Mira esos deditos lindos. ¿Sientes la mantita suavecita? Eres fuerte y curiosa. Mamá siempre estará aquí para explorar juntas.
6-9 meses: ¿Te gustó la papilla de manzana? Gracias por probar cosas nuevas. En la cocina, preparamos los alimentos que vamos a comer.
9-12 meses: ¡Bien hecho! ¡Diste tus primeros pasitos! Eres una exploradora pequeñita. Estamos en el parque, aquí puedes ver árboles, bancas, modulos de juego, perritos y niños jugando.
12 meses: ¡Feliz cumpleaños! ¿Quieres soplar las velitas? El fuego de las velitas produce calor. Puedes soplarlas, pero no tocarlas.
Para el Niño (1-5 años):
1-2 años: ¿Qué color prefieres para tus bloques hoy? Amarillo como el color de tu camiseta, azul como el de tu pantalón o verde como los árboles en esta imagen?
2-3 años: ¡Increíble! Dijiste 'gracias' solo. Eres muy educado. ¿Quieres leer tu cuento favorito antes de dormir? Mamá está lista para una gran historia.
3-4 años: Hoy exploraremos el jardín. ¿Qué color de flores quieres plantar? Eres un pequeño jardinero. En la tierra viven pequeños animales.
4-5 años: ¿Cuál fue tu actividad favorita del día en la escuela? ¿Qué fue lo que más te hizo reir?
5 años: ¡Bien hecho! Ataste tus zapatos solo. Eres muy perseverante! ¿Quieres contarme tus sueños? Mamá está emocionada por saber lo que imaginas.
Cada palabra hablada a un niño pequeño es como una semilla plantada en su mente, y con el tiempo, estas semillas se convierten en el jardín fértil del pensamiento crítico y la alfabetización.
Mira este video, en dónde nos demuestran científicamente lo importante que es jugar y hablar con nuestros niños de 0-5 años.
* Está en inglés, pero puedes poner subtítulos en español.
Los primeros cinco años de vida son una ventana crítica para el desarrollo cerebral, y durante este tiempo, la exposición constante al lenguaje crea un entorno propicio para la formación de conexiones neuronales esenciales.
El poder de las palabras cotidianas
Imagina un mundo lleno de palabras esperando ser descubiertas en cada rincón de tu hogar! Así es el mundo para tus hijos.
Para hacer que el aprendizaje sea una experiencia emocionante, comienza etiquetando objetos cotidianos: mesa, silla, sofá, cama, puerta, refrigerador, plato, planta, etc.
Mientras preparas la comida en la cocina, por ejemplo, señala y pronuncia las palabras de las etiquetas. Este simple acto no solo hace que la cocina sea un lugar divertido, sino que también establece una conexión entre las palabras y las acciones diarias.
Ejemplos de etiquetas que usamos:
Etiquetas removibles a prueba de agua, para lugares húmedos, como la cocina, el baño, el patio, etc.
Letras de madera. Son perfectas para usar en la habitación; si tienes un mueble con distintos tipo de juguetes, puedes marcar cada cajón, o cada cajita con la clase de objetos que contienen. Por ejemplo: bloques, pelotas, carros, libros.
También puedes jugar con tus pequeños a encontrar el animal o el objeto en una hoja de stickers, y pegarlo sobre la letra de madera que corresponda a la primera letra de la palabra.
Letras magnéticas: estas letras permiten jugar con la posición de las letras. Usalas para poner el nombre de tus hijos en el refrigerador. Las primeras palabras que nosotros usamos fueron: ''ojo'', ''si'' y ''no''.
Leer juntos
Antes de sumergirte en la lectura de un cuento con tus pequeños, ten presente que cada niño es único. Descubrir sus gustos es esencial, ya que al ajustar la lectura a sus preferencias, se fomenta un ambiente positivo que hace que el proceso de aprender a leer sea aún más emocionante y divertido.
Considera estos consejos antes, durante y después de la lectura para hacer que la experiencia sea aún más especial:
Antes de Leer:
Crea un rincón de lectura acogedor.
Si puedes selecciona libros divertidos. EL humor puede ser un excelente promotor de la lectura. En nuestro caso, la colección de Mo Willems, Elefante y Cerdita fue todo un éxito! Incluso leíamos en diferente momentos del año, los mismos libros pero en inglés y en francés.
Inicia con una charla amena sobre los libros que tienes.
Presenta dos opciones y dile a los niños: "¡Vamos a elegir un libro!" Deja que ellos señalen y escojan el libro que más les llame la atención.
Observen juntos la portada del libro y pregunta: "¿De qué crees que trata?". Para los más pequeños, señala y comparte tus propias ideas.
Durante la Lectura:
Haz que las palabras e imágenes cobren vida de manera creativa.
Involucra a los niños en dar vuelta a las páginas. A partir de los 18 meses, pueden empezar a intentarlo.
Usa diferentes voces para cada personaje y actúa escenas con gestos y movimientos.
¡Puedes leer de forma melódica!
Permite que los niños contribuyan con la última palabra de una línea familiar. "Colorín colorado, este cuento se ha... (acabado)".
Sigue las palabras con el dedo para que los niños comprendan la diferencia entre palabras e imágenes, sin necesidad de señalar cada palabra.
Conversa sobre las imágenes y pregunta: "¿Qué sucede en esta página?".
Después de Leer:
Es el momento perfecto para charlar sobre el cuento y dejar que los niños compartan lo que recuerdan.
Formula preguntas que inviten a pensar sobre los personajes y sus acciones. Por ejemplo: "Volviendo a la página donde Pedro parecía enojado, ¿por qué crees que estaba molesto?".
Anima a los niños a compartir sus partes favoritas del cuento, ya sea describiéndolas o actuándolas.
Relaciona el cuento con sus propias vidas: "¿Alguna vez te has sentido como el personaje principal?".
Y lo más importante... ¡lee el mismo libro cuantas veces te lo pidan! Cuando los niños quieren escuchar la misma historia una y otra vez, están construyendo una base sólida para su aprendizaje. Repetir les ayuda a familiarizarse con las palabras, a entender la historia y a fortalecer su conexión con el mundo de la lectura. Así que, sin importar cuántas veces te pidan el mismo cuento, ¡disfruta de ese momento especial y sigue leyendo con ellos!
Caja de sonidos
La creación de una Caja de Sonidos es un proyecto de la pedagogía Montessori muy accesible y fácil de realizar.
Para ello, emplearemos las habituales cajitas que se encuentran en cualquier tienda de bricolaje, ya sean de madera, cartón o plástico, destinadas a almacenar pequeñas piezas. Asignaremos a cada cajita una letra del abecedario, siguiendo la sugerencia de mantener el código de colores Montessori, utilizando azul para las vocales y rojo para las consonantes, si es posible.
Acto seguido, introduciremos en el interior de cada cajita miniaturas u objetos cuyos nombres comiencen con la letra correspondiente. Por ejemplo, en el cajón designado con la letra "B" colocaremos una bolita y un botón. De esta manera amena y lúdica (a los niños les encanta descubrir lo que hay en los cajones), los pequeños asociarán las letras con los sonidos y los nombres de los objetos que representan.
Para llevar a cabo esta actividad, puedes reutilizar pequeños objetos que tengas en casa, como canicas, botones, tuercas, tornillos, pompones, lacitos, clips, legumbres, macarrones, entre otros. También, puedes comprar sets de miniaturas disponibles en tiendas, que abarcan desde animales y plantas hasta instrumentos musicales o herramientas de bricolaje.
Relaciona Letras con Colores
Esta actividad es una forma divertida y educativa de aprovechar el conocimiento de formas y colores de tu hijo con el aprendizaje de letras.
Preparación:
Prepara tarjetas con letras en el suelo o en una mesa, asegurándote de que estén visibles. Puedes comprarlas o hacerlas tu misma.
Actividad:
Invita a tu hij@ a elegir una tarjeta al azar.
Una vez seleccionada la tarjeta, el niño o la niña deberá decir en voz alta la letra y el color asociado a esa tarjeta.
Luego, deberá buscar en la habitación un objeto que comience con esa letra y tenga el color mencionado.
Por ejemplo, si la tarjeta es la letra "A" en azul, el niño o la niña podría buscar un avión
Para hacer el juego aún más interactivo, puedes unirte a la búsqueda de objetos junto con tu hij@. ¡La competencia amistosa puede hacer que la actividad sea aún más divertida!
Este juego no solo refuerza el conocimiento de letras y colores, sino que también promueve la asociación y la coordinación, convirtiendo el aprendizaje en una experiencia lúdica y entretenida.
Otras actividades divertidas:
Recortar Vocales
Fomenta la motricidad fina recortando vocales y animales que comiencen con esa vocal. Esto ayuda a reconocer la forma y asociarla con letras.
Crucigrama de Letras
Busca todas las "A" y pídele a tu hij@ que las pinte de un color. Repite el juego con otras vocales.
La Canción del Abecedario
Canta la clásica canción del abecedario señalando las letras. Esto refuerza la asociación entre sonido y forma.
Letras Sorpresa en una Caja
Convierte el aprendizaje en un misterio. Coloca letras en una caja y pídele a tu hij@ que saque una letra. Todos deben pronunciar juntos el sonido de la letra escogida.
Encuentra las Letras
Esconde tarjetas con letras por la casa o el jardín. Invita a tu hij@ a buscarlas. Cada vez que encuentre una letra, debe decir una palabra que comience con esa letra.
Palabras en la piscina
Escribe letras del abecedario en pequeñas pelotas de ping pong. Colócalas en una una piscina de plástico o un recipiente grande. Pídele a tu hij@ que ''pesque'' letras y forme palabras con las letras que haya pescado.
Estas son solo algunas ideas de juegos para hacer que el aprendizaje de la lectura sea divertido y emocionante para los niños.
La creatividad no tiene límites, y cada familia puede descubrir nuevas y emocionantes formas de explorar el mundo de las letras juntos.
¡Anima a tu familia a probar diferentes juegos, actividades y enfoques que se adapten a la personalidad única de tu pequeñ@ lector@.
¿Por qué algunos niños pueden tener problemas al aprender a leer?
Antes de preocuparnos si un niño tiene dificultades para aprender a leer, es fundamental entender que cada niño es único y se desarrolla a su propio ritmo. Aquí hay algunas razones comunes por las que algunos niños pueden enfrentar desafíos en el aprendizaje de la lectura:
Momento de Desarrollo:
Los niños se desarrollan a diferentes ritmos. Algunos pueden estar más listos para leer antes que otros. ¡Y está bien! No hay una línea de tiempo fija para aprender a leer.
Alrededor del 20% de la población enfrenta la dislexia, que puede dificultar la conexión entre letras y sonidos. Esta condición es más común de lo que parece y puede diagnosticarse con el tiempo.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH):
El TDAH puede afectar la capacidad de concentración, lo que dificulta que algunos niños se centren en la tarea de aprender a leer.
Intereses y Estilos de Aprendizaje Diferentes:
Cada niño tiene intereses únicos. Algunos pueden estar más interesados en actividades prácticas, mientras que otros prefieren aprender de manera visual o auditiva.
Presión Excesiva:
Presionar demasiado a un niño para que aprenda a leer demasiado pronto puede tener el efecto contrario. El aprendizaje debe ser positivo y adaptarse al ritmo de cada niño.
Consejo Importante: Antes de preocuparse, es esencial observar el desarrollo general del niñ@ y ajustar las expectativas. Algunos niños pueden necesitar más tiempo o diferentes enfoques, y eso está totalmente bien.
Conclusión
No Hay un Tiempo Exacto para Aprender a Leer!
Recuerda, cada niño es único y brillante a su manera! No hay prisa; Todos tenemos nuestro propio ritmo de aprendizaje.
¡Lo importante es apoyarlos y hacer del aprendizaje una experiencia positiva y emocionante!
¡Felices aventuras de lectura para ti y tu familia! 📚✨
DdL Mom
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